7.6.04

Pasión

Me sumí en la más excitante intranquilidad y me dejé ir por la corriente.

Me sentía tan animal, que mis instintos sexuales se desbordaban, y solo quería apresarlo entre mis piernas y no dejarlo ir hasta mirarle a los ojos y verle perdido en el placer.
Y con gran particularidad me extasiaba el tenerte en la mente y tocar otro cuerpo.

Me encanta que dejes tu olor en mi piel.

Nos gusta ser como animales en busca de saciar el placer, buscando realizar un instinto básico.

Luego te tomo entre mis manos, y acaricio cada centímetro de tu cuerpo. Mientras siento tu húmeda lengua recorrer mi cuerpo, y aquellas sensaciones que vienen en ondas llegan a mi garganta para convertirse en un ligero gemido.

Tu rostro se acerca, y mi faz se hunde en tu cuello, siento entonces como me rodean los brazos del deseo, y solo en ese momento ocupo morder tu cuello para robar más de tu sabor.

Siento como mis manos quieren posarse entre tus piernas, mientras mis ojos navegan por tu mirar malvado, y logro ver en ellos fuego y entonces la piel se llena un rocío fino del sudor.

Para finalmente darme cuenta que me excitas y te deseo, eres un veneno que quiero seguir probando.

2.6.04

Él

Tengo esa adrenalina que corre por mi cuerpo, y conforme pasa por él empiezan a surgir los deseos animales de hacerte mío.

Quiero escuchar como emanan de mi garganta los sonidos del éxtasis eterno, y quiero bajar mi mirada y verte bajo mi poder lascivo. Empiezo a desearte de una forma incendiaria y solo pienso en apresarte entre mis piernas.

Quiero cabalgar en ti hasta perder la razón, y luego acostarme a reír de la locura que vivo contigo. Conocerte ha sido el tiquete de pase al fuego del deseo casi incontrolable.

Eres como una bocanada de humo denso que perturba mi razón y revive los instintos lujuriosos, y entonces empiezo a rondar como animal, siguiendo el rastro de tu olor... como si fueras una presa a la que deseo devorar.

Y cuando te encuentre, empezaré subiendo por tus piernas, y el calor inundará tus pulmones, encerrará tu corazón. Y suavemente te probaré, caminaré con mi lengua sobre tu piel, y sentirás escalofríos continuos.
Continuaré hasta llegar a tu boca, y absorberé el aire que respiras, mientras capturo tu tibieza, los cuerpos empezarán a acoplarse poco a poco...

Y lo haré sin detenerme hasta saciarme...

Samantha